Amanece feo, con bruma y nubes, no hace frío pero tampoco me im-portaba que la temperatura estuviese 5 graditos más alta
A las 7 aparece el patrón en cubierta. El patrón no hace guardias, o mejor dicho, siempre está de guardia pero procura dejar el barco aparejado antes de acostarse y pasar la noche acostado el su litera, aunque durmiendo con un solo ojo y levantándose al menos un par de veces cada noche al mas mínimo ruido diferente o un balance mas grande de lo normal. Como me temía, el patrón viene con ganas de guerra y no tardó mucho en decir –vamos a largar el spi pequeño-, tiene intención de mantenerlo izado día y noche, porque el grande es verdaderamente complicado de navegar con el. Lo izamos entre Manolo (el Letrado), el patrón y yo, el patrón a la rueda, Manolo a proa y yo al piano, aunque siempre pendientes los unos de los otros para desatascar un cabo, cazar una escota, avisar de un ola… ¡Quién lo diría! La verdad es que ya estamos hechos unos marinos de verdad.
Desayuno café con leche y 8 galletas dobles de chocolate, de esas que tienen chocolate en el medio; echo de menos el zumito de naranja mañanero pero ¡¡se le olvidó al patrón embarcarlo!! Lo sustituyo por un buen trago de agua.
A las 10:00 UTC, la posición 18º 03´N 32º24´W; hemos hecho 119 millas en las últimas 24 horas en rumbo directo a nuestro destino, poco, muy poco, creo que no estamos bien establecidos en los Alisios; hay que bajar más al sur, parece que el patrón esa ya más convencido aunque nos ha costado uno o dos días más de travesía. Navegamos a rumbo 255º geográfico, que es bueno para ir ganando sur y meternos de lleno en los Alisios en vientos portantes y constantes de 20, 25 nudos y olas de popa de 3 metros que nos harán andar 150, 160 millas cada día. Bueno esto lo cuento por lo que he leído y me han contado a mí, ya veremos.
Hoy ducha, lavado de ropa, limpieza de camarote, sudoku, siesta con radio exterior de España en onda corta oyendo “españoles en la mar”, radio China Internacional emitiendo en español para Hispanoamérica y radio Martí; hoy la recepción es muy buena y salen muchas emisoras como un tiro, pero nada interesante ha pasado en el mundo. Leo un poco, que me anima mucho ver lo mal que lo está pasando Elcano y poco más durante el día.
Los días empiezan a pesar y la monotonía aburre, casi no hablamos entre nosotros, la moral no está muy alta veremos como va evolucionando en los próximos días.
Pica otro dorado es más grande que el anterior, lucha durante más de media hora y… se escapa ¡Muy bien campeón! que se te cure pronto la boca y disfrutes de tu libertad, te lo has ganado.
Al atardecer pescamos otro dorado de unos cuatro kilos, más o menos como el del otro día. Jorge, el cocinero oficial, dice que lo preparará rebozado. Su carne (la del dorado) es buenísima tiene una textura como la del lenguado pero en tajadas que son como las de la merluza y su sabor es excelente.
Esta noche la Rueda estuvo bastante animada, vamos los cuartos o quintos en tiempo compensado. Rafael, que es quien coordina la Rueda, se vio en la obligación de notificar a toda la flota que había un aviso de hombre al agua, la historia es la siguiente:
Un hombre de 62 años, ¿sudafricano?, sale de Ciudad del Cabo con destino a Miami acompañado de un joven de 23 años; se trata de cruzar el Atlántico de Sur a Norte ganando Oeste. Después de veintitantos días sin ver tierra arriban a algún puerto de Brasil y pasan allí unos días.
Emprenden el camino de nuevo hacia Miami y cuando están pasando cerca de la isla de Trinidad Tobago, el joven lanza la balsa salvavidas, coge la baliza de emergencia (como la que perdimos nosotros), salta a la balsa y se despide del señor mayor; apaga la luz de posición de la balsa (era de noche) pero no activa la baliza. Esto es lo que nos cuenta Rafael en la Rueda. ¿Qué habrá pasado entre ellos? El viejo dice que el joven sufre alucinaciones y que no está normal ¡No me extraña! nosotros llevamos 17 días y ya no nos hablamos… en fin, en la próxima Rueda nos contarán algo; nosotros estamos como a 1.100 millas de la zona.
Me voy a la litera.
Todos llevamos “incrustada” en el frente una linterna sujeta con una banda de goma elástica, de esas de minero pero en moderno; es de pilas (AA) ligera, regulable, y emite luz de dos colores, blanca y roja para no deslumbrar. Pues bien, te tiras en la litera, enciendes “el ojo de Polifemo” y a leer las penurias de Elcano y Magallanes; eso si es pasar hambre. Me tranquiliza pensar que con la gambuza que nos queda, aún tenemos para más de 30 días sin tener los primeros síntomas de “la peste de mar” (escorbuto) así que apagué el ojo de Polifemo y a dormir que mañana tengo guardia de 4 a 8 de la mañana ¿siempre la misma guardia de madrugada?
Durante una época, en Iberia, me programaban muchos vuelos y a horas intempestivas; Pilar, cariñosamente decía “tu debes ser el mas tonto de Iberia” ¿tendrá razón, y ahora seré el más tonto del barco?
A las 7 aparece el patrón en cubierta. El patrón no hace guardias, o mejor dicho, siempre está de guardia pero procura dejar el barco aparejado antes de acostarse y pasar la noche acostado el su litera, aunque durmiendo con un solo ojo y levantándose al menos un par de veces cada noche al mas mínimo ruido diferente o un balance mas grande de lo normal. Como me temía, el patrón viene con ganas de guerra y no tardó mucho en decir –vamos a largar el spi pequeño-, tiene intención de mantenerlo izado día y noche, porque el grande es verdaderamente complicado de navegar con el. Lo izamos entre Manolo (el Letrado), el patrón y yo, el patrón a la rueda, Manolo a proa y yo al piano, aunque siempre pendientes los unos de los otros para desatascar un cabo, cazar una escota, avisar de un ola… ¡Quién lo diría! La verdad es que ya estamos hechos unos marinos de verdad.
Desayuno café con leche y 8 galletas dobles de chocolate, de esas que tienen chocolate en el medio; echo de menos el zumito de naranja mañanero pero ¡¡se le olvidó al patrón embarcarlo!! Lo sustituyo por un buen trago de agua.
A las 10:00 UTC, la posición 18º 03´N 32º24´W; hemos hecho 119 millas en las últimas 24 horas en rumbo directo a nuestro destino, poco, muy poco, creo que no estamos bien establecidos en los Alisios; hay que bajar más al sur, parece que el patrón esa ya más convencido aunque nos ha costado uno o dos días más de travesía. Navegamos a rumbo 255º geográfico, que es bueno para ir ganando sur y meternos de lleno en los Alisios en vientos portantes y constantes de 20, 25 nudos y olas de popa de 3 metros que nos harán andar 150, 160 millas cada día. Bueno esto lo cuento por lo que he leído y me han contado a mí, ya veremos.
Hoy ducha, lavado de ropa, limpieza de camarote, sudoku, siesta con radio exterior de España en onda corta oyendo “españoles en la mar”, radio China Internacional emitiendo en español para Hispanoamérica y radio Martí; hoy la recepción es muy buena y salen muchas emisoras como un tiro, pero nada interesante ha pasado en el mundo. Leo un poco, que me anima mucho ver lo mal que lo está pasando Elcano y poco más durante el día.
Los días empiezan a pesar y la monotonía aburre, casi no hablamos entre nosotros, la moral no está muy alta veremos como va evolucionando en los próximos días.
Pica otro dorado es más grande que el anterior, lucha durante más de media hora y… se escapa ¡Muy bien campeón! que se te cure pronto la boca y disfrutes de tu libertad, te lo has ganado.
Al atardecer pescamos otro dorado de unos cuatro kilos, más o menos como el del otro día. Jorge, el cocinero oficial, dice que lo preparará rebozado. Su carne (la del dorado) es buenísima tiene una textura como la del lenguado pero en tajadas que son como las de la merluza y su sabor es excelente.
Esta noche la Rueda estuvo bastante animada, vamos los cuartos o quintos en tiempo compensado. Rafael, que es quien coordina la Rueda, se vio en la obligación de notificar a toda la flota que había un aviso de hombre al agua, la historia es la siguiente:
Un hombre de 62 años, ¿sudafricano?, sale de Ciudad del Cabo con destino a Miami acompañado de un joven de 23 años; se trata de cruzar el Atlántico de Sur a Norte ganando Oeste. Después de veintitantos días sin ver tierra arriban a algún puerto de Brasil y pasan allí unos días.
Emprenden el camino de nuevo hacia Miami y cuando están pasando cerca de la isla de Trinidad Tobago, el joven lanza la balsa salvavidas, coge la baliza de emergencia (como la que perdimos nosotros), salta a la balsa y se despide del señor mayor; apaga la luz de posición de la balsa (era de noche) pero no activa la baliza. Esto es lo que nos cuenta Rafael en la Rueda. ¿Qué habrá pasado entre ellos? El viejo dice que el joven sufre alucinaciones y que no está normal ¡No me extraña! nosotros llevamos 17 días y ya no nos hablamos… en fin, en la próxima Rueda nos contarán algo; nosotros estamos como a 1.100 millas de la zona.
Me voy a la litera.
Todos llevamos “incrustada” en el frente una linterna sujeta con una banda de goma elástica, de esas de minero pero en moderno; es de pilas (AA) ligera, regulable, y emite luz de dos colores, blanca y roja para no deslumbrar. Pues bien, te tiras en la litera, enciendes “el ojo de Polifemo” y a leer las penurias de Elcano y Magallanes; eso si es pasar hambre. Me tranquiliza pensar que con la gambuza que nos queda, aún tenemos para más de 30 días sin tener los primeros síntomas de “la peste de mar” (escorbuto) así que apagué el ojo de Polifemo y a dormir que mañana tengo guardia de 4 a 8 de la mañana ¿siempre la misma guardia de madrugada?
Durante una época, en Iberia, me programaban muchos vuelos y a horas intempestivas; Pilar, cariñosamente decía “tu debes ser el mas tonto de Iberia” ¿tendrá razón, y ahora seré el más tonto del barco?
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