1.3.08

VIGESIMOCUARTO DÍA, 1 DE FEBRERO DE 2008, VIERNES

Me despierto a las 6 de la mañana (hora del barco) que son las 9 en hora UTC. Arreglo la cocina, básicamente friego los platos acumulados, hago café y… me empiezo a encontrar un poco mareado; el permanecer dentro del barco haciendo cosas no o llevo nada bien, si estoy fuera o estoy tumbado en la litera aguanto sin encontrarme mal, pero si me pongo a hacer cosas en una horita me empiezo a encontrar mal y tengo que subir a cubierta 2airearme2 hasta que me encuentro mejor, una lata; la mayoría de la gente se le pasan los síntomas del mareo en 6 o 7 días , yo llevo 24 y si no estoy atento…

A las 10 UTC tomo la posición; 15º32´N 50º40´W; 7,5 nudos a rumbo 240º que es bastante bueno; ahora que nos vamos acercando a nuestro destino, tenemos que afinar el rumbo para llegar a LeMarin, ya no vale un rumbo aproximado que nos “acerque”. El viento ENE 15 a 20 nudos; la mar, marejada (para variar). Hemos avanzado 161 millas desde ayer, creo que es el record de la travesía, de momento, nos quedan 596 millas. Creo que a lo largo del 5º día a partir de hoy estaremos entrando en LeMarin ¡por fin! ¡Tengo unas ganas de salir corriendo…!

Hoy me tocó a mi cocina y en un alarde de imaginación hice de comida pollo asado, de esos que vienen deshuesados en una bolsa de plástico, como si fuese fiambre y patatas a la gallega, después de escoger y escoger entre las pocas patatas que quedaban aprovechables; la patatas a la gallega, son patatas cocidas en trozos mas o menos regulares, aderezadas con sal gorda, pimentón dulce, un puntito de pimentón picante (si lo hay, en el caso que nos ocupa no había) y aceite de oliva crudo, por ese orden, es importante; la gente se chupaba los dedos , pena de buen vino… Después de comer friego otra vez los platos y a dejar pasar el tiempo con los entretenimientos habituales de leer a mi amigo Juan Sebastián, tratar de oír la radio en onda corta, charlar mas bien poco y, curiosamente ¡el libro de sudokus desapareció!. Pregunto, pero nadie sabe nada. La tensión y el mal rollito se ha apoderado de alguno y no me extrañaría que me lo haya tirado por la borda.

En la litera hace calor y está oscuro para leer, en la cubierta no hay una sola sombra y te asas, en fin un suplicio. Ahora frases que oyes tantas veces de una manera totalmente coloquial como “eso hay que vivirlo” cobran su verdadero sentido, por mucho que se explique no se consigue transmitir situaciones así, “hay que vivirlo”.

Por la tarde el patrón sacó una botella de vino, ¡ milagro ! nos la zampamos con un aperitivo que busqué por la cocina; unas lonchas de lomo, cacahuetes y almendras pero sin pan, no tenemos pan de ningún tipo desde el sexto o séptimo día de navegación, mal.

La cena, que me toca hacer a mi, sería espaguetis con salsa de tomate pero se acabó la bombona de gas y hay que cambiarla; el mar está mal y hay que meterse en el tambucho de popa para sacar la que tenemos de repuesto y el patrón decide que se hará mañana, así que a la cama sin cenar.

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