1.3.08

DECIMOTERCER DÍA, 21 DE ENERO DE 2008, LUNES

Mas de lo mismo, spi al amanecer, con viento flojito y a seguir an-dando a 2 ó 3 nuditos que tranquilamente nos llevan a nuestro destino.

La posición es 19º23´N 23º17´W; a 2.149 millas de la Martinica.

La tarde tranquila, oigo la radio pero solo cojo Radio Marti desde Miami emitiendo para Cuba. Hace años Radio Martí era mucho mas revolucionaria, se metía directamente con Fidel Castro, con los políticos de Cuba, ahora se ha vuelto muy “light” y casi se parece a una telenovela donde hablan los familiares de Miami con los de Cuba, se mandan mensajitos y preguntan por los amigos o familiares; en fin, un rollo, pero no soy capaz de coger como otros días RNE emitiendo en onda corta.

Escribo un par de notas en el diario y leo las desventuras de mi amigo Elcano que ahora, por traidor, lo tienen castigado y haciendo trabajos durísimos en una ensenada donde la flota, de 5 barcos, está pasando el invierno hasta que puedan seguir avanzando hacia el sur. Desde luego Magallanes, que era el jefe de la flota, era terrible en los castigos, muy por encima de otros almirantes de la época, tenía miedo a perder el mando y castigaba con terrible violencia y ensañamiento.

La cena maravillosa, croquetas que estaban estupendas. Este Jorge es un verdadero campeón.

No tengo guardia esta noche, así que duermo ocho horas seguidas como un verdadero lirón. Bueno realmente en un barco nadie duerme como en casa, tu cuerpo sabe que está un medio hostil y que si las cosas se tuercen hay que ponerse a salvo rápidamente; así que ante un balance más grande de lo normal o un ruido diferente a los miles que se oyen constantemente te despiertas unos segundos y sigues durmiendo. Mañana tengo cocina y fregar, si el tiempo está bien, no hay problema pero si la mar esta mal cocinar es un verdadero suplicio, te cae todo, te quemas y sobre todo te pones de muy mal humor y empiezas a protestar de cómo no tenemos comida precocinada de calentar y comer; si algún día hago otra travesía oceánica, no salgo sin comprobar bien la gambuza (es que me resulta muy gracioso el nombre). Es importantísimo para la felicidad en el mar tener el estomago lleno; nunca creí que fuese tan importante aun después de haberlo leído un montón de veces. Es un tema entre psíquico y físico a estudiar por algún psiquiatra.

No hay comentarios: