1.3.08

VIGESIMOQUINTO DÍA, 2 DE FEBRERO DE 2008, SÁBADO

Hago la guardia de 4 a 8 de la mañana y veo amanecer, el viento del ENE de 10 a 15 nudos con chubascos de agua y viento pero sin frío ninguno.

A las 10 UTC la posición 15º09´N 53º18´W; nos quedan 443 millas por recorrer, 153 desde ayer a la misma hora, bastante bien; si todo sigue igual el día 5 de febrero al amanecer estaremos entrando en LeMarin y 10 minutos mas tarde estaré tomándome un chuletón, un zumo de naranja, un café, una cerveza helada…

El Javivi y yo que hicimos la guardia de madrugada juntos, hablamos de la experiencia de este viaje, vimos los pros y los contras, y sobre todo le hicimos un traje precioso al patrón, especialmente por su tacañería en la gambuza. Es muy importante para mantener el ritmo de trabajo y descanso, tener una buena y abundante comida; el efecto psicológico de poder darte una satisfacción y comer lo que te apetezca cuando te apetezca, dentro de una normalidad, es muy importante afecta a la salud física y especialmente para la mental en una travesía tan larga (hay que tener en cuenta que Colón paró en Canarias y tardó “solo” 23 días).

No tenemos señuelos de pesca, los dos que teníamos se perdieron y no tenemos más, otro error de logística por parte del patrón que lo tenía todo previsto; así que los únicos peces que podremos comer serán los voladores, que eso si, todas las mañanas tenemos tres o cuatro en la cubierta y la bañera; la verdad es que ya nadie quiere saber nada de ellos y nos limitamos a tirarlos de vuelta al mar.

Estamos deseando llegar, aquí ni se come ni se duerme ni… ni…, para unos días de aventura está bien, pero 25 días ya son demasiados.

Tengo dolores en la espalda desde hace unos días y cada vez van a más y me transmiten calambres a los brazos y piernas, es por estar todo el día, y toda la noche, sujetándome a todo; en la litera no se como ponerme para estar un poco mas cómodo, supongo que en una cama que no de mueva se me pasarán enseguida.

A media mañana me fui a sestear una horita a la litera y, mientras estaba allí, se montó una discusión contra el patrón por las carencias, me alegré mucho de estar durmiendo y no intervenir porque no quiero decirle lo que pienso en caliente, quizás algún día por escrito.

El día transcurre sin novedad, navegando al 270 o 280 a 6, 7 nudos con el viento por la aleta de estribor y una mar enorme con alguna olita de vez en cuando que nos hace escorar a babor a lo bestia y la botavara se mete en el agua, es decir que tienes que estar todo el tiempo en cubierta con el atalaje de seguridad sujeto a la línea de vida porque el mar de vez en cuando se empeña en tirarte por la borda, no me extraña que me duela la espalda, los brazos, las piernas y el alma.

Después de comer se armó una buena, le tocaba fregar a Manolo pero se fue a la litera sin hacerlo y el patrón le mandó fregar a Judith; ella le dijo, con toda la razón, que le tocaba a Manolo y que ella no fregaba; discutieron el patrón sin razón ninguna y Judith se defendió como una pantera, se despachó bien a gusto poniendo a parir al patrón con toda la razón; después el patrón vino a por mí y ya no me contuve; me despache a gusto, le dije lo que pensaba y le expliqué que yo era un pasajero, en un barco de pasajeros y con un contrato de transporte; que él tiene ciertas obligaciones que cumplir como velar por mi seguridad y no emprender un cruce del Atlántico sin baliza de emergencia, que los víveres de supervivencia no existían y que no nos había dado instrucción acerca de una posible evacuación o hundimiento como es su obligación; así que veremos lo que piensa un juez cuando tenga que opinar sobre su profesionalidad, que ¡cuidadín cuidadín!. En fin, que se cogió un cabreo del 15, se bajó a fregar todo el barco y no volvió a hablar en todo el día.

No puedo soportar a las personas como él, primero se metió con Javier hasta dejarlo anulado, luego con Jorge, luego con Judith de una manera mal educada y grosera, ahora me tocó a mí pero conmigo pinchó en hueso porque sé bastante de los derechos de los pasajeros y ha incumplido tantos que ante un juez le cierra el chiringuito casi seguro. Lo voy a freír hasta que se disculpe, al menos con Judith, la verdad es que se portó de una manera cruel con ella.

A raíz del incidente, el patrón cambió las guardias a su antojo excluyendo a Judith, y se pasó la tarde esquivando las miradas de todo el mundo.

La guardia de madrugada la hicimos Manolo (el abogado) y yo, le estuve diciendo que iba a denunciar al patrón tan pronto como llegásemos la Martinica y que se las iba a hacer pasar p…, todo con mi mas mala intención para que le fuese con el chisme al patrón y sobre todo que me dejase en paz el resto del viaje.

Al amanecer aparece (el patrón) por el tambucho con café para Manolo y para mi (la primera vez en todo el viaje), dice que tiene que hablar con todos nosotros pero yo le contesté que a mi no me tiene nada que decir, a no ser que afecte a la seguridad de la navegación o de los pasajeros etc etc., se fue otra vez para abajo. Estoy cabreado, no lo quiero oír, me molesta tremendamente las personas como el, que abusan de su posición para imponerse a los demás.

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